La tecnología de la información, ausente en las agendas directivas
Por Stella Sansierra
Stella Sansierra es profesora de las materias Administración General, Administración Empresarial y Comercialización en la Carrera de Administración de Negocios de la Universidad de San Isidro.
Nadie puede poner en duda el hecho de que el contexto donde se mueven las empresas ejerce un fuerte impacto sobre la manera de administrarlas. En él existen una cantidad de variables que restringen y desafían el accionar de aquellos responsables de decidir sobre las mismas.
Una de esas fuerzas externas es la “Tecnología de la Información” (TI), que sabemos ha revolucionado el mundo de las comunicaciones en todos los ámbitos de manera positiva pero también ejerciendo presión en las empresas.
Esta realidad en el ámbito organizacional debe llevar a tomar conciencia, para seguir siendo competitivas en estos tiempos de turbulencia y de cambios, de la necesidad de adaptarse para no extinguirse.
Hoy las organizaciones por medio de internet y gracias a la evolución de las TI, pueden interactuar con sus clientes, proveedores, empleados entre otros, a través de una comunicación multidireccional, intercambiando información y conocimientos generando nuevas oportunidades de desarrollo y crecimiento.
Las organizaciones son como peceras donde todo lo que hacen puede ser percibido y visualizado por todo el mundo, se volvieron transparentes.
Se requiere una actitud de adaptación rápida por parte de los administradores y empresarios, que desarrollen habilidades especiales para manejar los desafíos que se plantean hoy.
Las TI no son sólo una nueva manera de gestionar las empresas sino que implican mucho más, significan cambios metodológicos, transformaciones en las vidas de las personas, en los contextos de trabajo, en los valores, en la forma de pensar, en las maneras de leer la realidad. Se manifiestan en los teléfonos inteligentes, en la flexibilidad laboral, en los productos globales, en los e-commerce, espacios virtuales diversos entre otros, que rompieron paradigmas. ¿Estos, fueron incorporados a ellas? ¿No deberían hacer un alto y evaluar qué está pasando?
Es necesario generar espacios para debatir el impacto de las TI en la cultura de la empresa y percibir cómo ésta ya no es la misma porque cambió la forma de pensar, de entender, de comportarse, de comunicarse, en resumen su identidad.
El camino a seguir es incluirlas en las agendas directivas como factor estratégico de la sustentabilidad empresarial. Los esfuerzos de cambio no siempre funcionan como se espera, se presentan resistencias. Hoy las TI son sólo requeridas como herramientas de gestión.
La realidad los debe llevar a enfocar sus esfuerzos de cambio en su gente, quienes son los que pueden aportar nuevos saberes y valores diferentes, ayudándolos a en tender la organización, y comprender la complejidad de las fuerzas externas que se presentan. Que puedan interpretar qué deben hacer y porqué, en lugar de marcarles el paso a paso a seguir.
En síntesis, hoy no tenemos una clara certeza del efecto de las TI en las empresas y en la vida de las personas, porque el cambio se va modificando permanentemente y a una velocidad incremental.
¿Alguien puede imaginar hasta dónde llegará?