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22 Abr 2025

Inteligencia Artificial y Derecho: ¿estamos preparados?

Por Mariano Borinsky y Juan Manuel Garay

Recuperado de Infobae https://www.infobae.com/opinion/2025/04/21/inteligencia-artificial-y-derecho-estamos-preparados/

 

En un mundo atravesado por la transformación digital, el Derecho no puede permanecer ajeno a los profundos cambios que la inteligencia artificial está generando en la sociedad.

Por eso es una alegría el inicio de la Diplomatura en Derecho e Inteligencia Artificial de la Universidad de San Isidro; un proyecto diseñado desde hace tiempo con un objetivo claro: formar, debatir, y sobre todo, anticiparnos. Churchill decía que gobernar es “preveer y comunicar”.

Vivimos un momento de cambio profundo, un momento de transición donde muchas certezas están siendo desafiadas. El Derecho, que debe ser un espejo de los intereses de la sociedad y reflejar los cambios, tiene hoy una obligación ineludible: comprender qué está ocurriendo con el desarrollo tecnológico —en particular con la inteligencia artificial— para poder regular, acompañar y, cuando sea necesario, poner límites.

En un encuentro institucional que tuve con el Papa Francisco, el 19 de agosto del 2024, a propósito de la reforma del Código Penal -que soy Vicepresidente- él me mencionó la importancia de la IA para lo que viene, y la necesidad de ponerle límites y que no sustituya a la capacidad humana.

No se trata de una cuestión del futuro: ya es parte del presente de nuestra profesión. No importa si uno trabaja en un estudio jurídico, en una fiscalía, en una defensoría, en un tribunal o en el ámbito académico: la IA está presente y lo hace cada vez más y a una velocidad inusitada.

Como juez de la Cámara Federal de Casación Penal y como alguien que ha participado como Presidente y Vicepresidente en los últimos dos procesos de reforma legislativa (Comisión Código Penal, 2017 y 2024), sé que estamos ante una transformación tecnológica de gran importancia y que nos interpela de forma integral.

Surgen distintos interrogantes:

  • ¿Qué hacemos frente a documentos redactados por algoritmos?
  • ¿Cómo evaluamos una prueba obtenida mediante IA?
  • ¿Qué responsabilidad puede tener un abogado o una empresa que utiliza una herramienta que no comprende del todo?
  • ¿Cómo aseguramos que la justicia siga siendo humana, aún cuando incorpore tecnología?
  • ¿Cómo ganamos tiempo con info estándar a través de IA para poder utilizar la capacidad humano para la parte trascendente decisional?

Estas preguntas no pueden quedar sin respuesta. Y la única forma de responderlas con seriedad es con formación. Por eso esta diplomatura.

La IA en la práctica del derecho: entre el mito y la utilidad

Hay una imagen muy difundida —y algo distorsionada— de la inteligencia artificial como una amenaza inminente que va a reemplazarnos. Pero en el mundo jurídico, la realidad es más compleja y más desafiante.

La IA puede ayudarnos a redactar escritos, sistematizar jurisprudencia, detectar patrones en decisiones judiciales, automatizar tareas rutinarias, o generar predicciones.

Pero también puede discriminar, invisibilizar, sesgar, falsear evidencia o amplificar desigualdades estructurales si no se usa con criterio.

Lo central es esto: quien utilizan estas herramientas debe estar capacitado. La inteligencia artificial no reemplaza al abogado, pero sí puede potenciarlo.

Rol del abogado litigante y del poder judicial

Para quienes litigan, esto significa entender cómo funcionan estas herramientas, para poder usarlas estratégicamente y también para impugnarlas cuando vulneran derechos.

Para quienes estamos del lado de la justicia, esto implica revisar nuestras propias prácticas, y prepararnos para una administración de justicia más eficiente, pero también más controlada, más transparente, más humana.

La formación es una necesidad profesional y ética. Porque sin comprender cómo funciona un sistema algorítmico, no se puede controlar su legalidad, ni garantizar un debido proceso, ni tutelar los derechos fundamentales.

¿Qué vamos a ver en esta diplomatura?

Esta Diplomatura está pensada para ofrecer una doble mirada:

Por un lado, una perspectiva práctica, con herramientas concretas que puedan incorporar en sus tareas diarias: desde el uso de ChatGPT hasta software de análisis documental, motores de predicción o buscadores jurídicos mejorados.

Y por otro, una reflexión teórica y crítica, que nos permita comprender los fundamentos, los riesgos, los sesgos, la arquitectura que subyace a cada decisión automatizada.

Vamos a abordar cuestiones de ética, sesgos, derecho comparado, marco normativo argentino y global, usos forenses de la IA, e incluso vamos a ensayar usos concretos.

La propuesta es amplia, interdisciplinaria y participativa.

Queremos formar operadores jurídicos del siglo XXI, que conozcan, que analicen, que tengan criterio.

Y que sepan cuándo usar una herramienta… y cuándo no.

No hay peor riesgo que delegar decisiones jurídicas en sistemas que no entendemos. Por eso este paso es tan importante.

Los invitamos a que apuesten por esta formación. Estamos convencidos de que será un camino estimulante, desafiante y necesario.

 

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