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24 May 2017
educacion tecnología

ARTÍCULO DE OPINIÓN – El libro impreso… ¿cosa del pasado?, por Mercedes Giralt

El libro impreso… ¿cosa del pasado?

Por Mercerdes Giralt

Mercedes Giralt es Licenciada en Comunicación Social y Profesora de las materias “Arte y Comunicación” e “Imagen Institucional” en la carrera de Comunicación Social de la Universidad de San Isidro: giralt@usi.edu.ar

 

Algunos prefieren el papel y las letras impresas con tinta. Otros eligen medios tecnológicos como los eBooks, libros digitales, lectores electrónicos, e-readers o tabletas. ¿Dejarán de existir los libros impresos por la creciente adquisición de dispositivos para acceder a libros digitales?

Cada lector tendrá su propia respuesta. Algunos, se verán influenciados por los sentimientos y deseos; otros, por la comodidad o por la practicidad. Pero lo cierto es que un universo importante de los lectores posee un vínculo arraigado con los libros impresos, y esto presenta causas diversas: el goce al pasar las páginas, ordenar los ejemplares en las bibliotecas, escribir marcaciones personales, subrayados, anotaciones sobre los márgenes… E, incluso, la presencia táctil y hasta el olor de los libros pueden hacernos sentir un placer que acrecienta el sabor de la lectura.

Las pantallas digitales, a su vez, también cuentan con una serie de beneficios para los usuarios: la simpleza con la cual se realiza el correr de las páginas (un sencillo botón o un “touch”), las funciones para aumentar el tamaño de la fuente o letra, su vasto contenido de libros en un solo dispositivo, y la practicidad y comodidad de viajar sin cargar esos libros “pesados” que cada uno selecciona para leer durante las vacaciones.

Es decir: existen ventajas y desventajas que cada lector evalúa a la hora de optar por el soporte de lectura conformado por los eBooks. Dentro de esta forma de lectura, no todos los usuarios escogen los mismos dispositivos. En Estados Unidos, la cantidad de personas que optan por lectores electrónicos es hoy mayor a los que utilizan las tabletas. La venta de los lectores como el Kindle de Amazon o el Nook de Noble es mayor al de las tabletas como el iPad de Apple, el Galaxy de Samsung o el Xoom de Motorola.

La respuesta al debate en relación a cuál de estas dos formas digitales de lectura es la mejor depende de las necesidades específicas y del uso que le dará cada usuario. Las pantallas de los dispositivos están diseñadas para evitar la fatiga visual, ya que proyectan imágenes de alta resolución y evitan emitir luz propia. Por lo tanto, la elección entre adquirir un lector electrónico o una tableta se basa en su uso: las tabletas son ordenadores con una funcionalidad mayor como el entretenimiento móvil de fotos, videos, música, Internet y el lector de libros, mientras que el electrónico permite solamente la lectura.

Sea cual fuere el método de elección que cada lector elija, la mayoría de los dispositivos cumplen intrínsecamente una misma función, que es la de reproducir diferentes libros desde un dispositivo digital para que los usuarios puedan leerlos. Lo cierto es que ambos formatos -impresos y digitales- conviven en nuestro día a día. Las perspectivas del futuro son confusas y los sentimientos de cada usuario en relación a sus preferencias pueden modificarse o no.

En nuestro presente, repleto de cambios y evolución, una opción no invalida la otra. Y es que, al fin y al cabo, cada formato es una respuesta a una necesidad. La tecnología avanza y se presenta como alternativa. Y el libro impreso sigue allí, ofreciéndose al lector con su magia y con el furor de su misterio. De lo que estamos seguros es que ese acto sublime, y que posee en su interior toda la potencia del universo cultural, goza de muy buena salud: el acto de leer.

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