ARTÍCULO DE OPINIÓN – El emprendedor y el trabajo del futuro, por Pablo E. Medina
El emprendedor y el trabajo del futuro
Por Pablo E. Medina
El autor es Máster en Dirección de Empresas y Director de la Carrera de Administración de Negocios de la Universidad de San Isidro.
Muchas veces me tocó recibir la pregunta de adolescentes que no tienen claro qué estudiar: “¿Qué está bueno estudiar?” La realidad es que, hoy más que nunca, es una pregunta extremadamente difícil de responder. Los cambios drásticos que estamos viviendo hacen que, por ejemplo, los que tenemos chicos de 10 años no sepamos ni nos imaginemos cuál puede ser la profesión que sigan. Muchos trabajo nuevos van a aparecer en el futuro próximo. En Estados Unidos, prevén que en la siguiente década desaparezcan catorce profesiones.
Otro interrogante que se plantea es cómo será el trabajo del futuro. ¿Seguirá existiendo el trabajo en relación de dependencia o la gran mayoría trabajará en forma independiente, vendiendo sus productos o servicios? Quizá, lo último pueda ser visto hoy como lo más factible. Es decir: trabajar por nuestra cuenta nos convierte en emprendedores.
Hay buenas iniciativas a nivel gobierno para empezar a enseñar emprendedurismo desde la escuela. Es una buena iniciativa porque, mas allá de cuales sean las profesiones del futuro, algunos temas fundamentales van a seguir siendo indispensables de dominar: cómo negociar, cómo vender, cómo liderar un grupo de personas, cómo detectar oportunidades, cómo aprender a lidiar con la incertidumbre en un mundo donde el commodity va a ser justamente -y esto ya se vislumbra- la incertidumbre.
También ese futuro nos lleva a pensar cómo será la relación trabajo/ocio. En algunos países europeos se piensa en acortar las jornadas de trabajo, en trabajar 4 días y tener 3 de descanso. Industrias relacionadas con el entretenimiento y el turismo deberán ser tenidas especialmente en cuenta por los emprendedores. Ray Kurzweil, fundador de Singularity University, cree que, en el futuro, el problema no será la escasez de recursos, como pregona la teoría economía -por medio de la tecnología cada vez es más fácil y barato producir-, sino en tener un mercado muy grande para consumir. Con menos empleo humano, por el uso de la tecnología y los robots, se puede pensar en otorgar subsidios a la gente para que pueda consumir. Finlandia es un país que ya otorga este tipo de subsidios. ¿Qué haría la gente si supiera que sus necesidades básicas están ya satisfechas?
El futuro, que parece tan distinto a lo que conocemos hoy en día, con sus amenazas y con sus oportunidades, está a la vuelta de la esquina. Es nuestra decisión ver cómo nos plantamos frente a él.
