1880- 4 de febrero- 2022 UN NUEVO ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE ADRIÁN BECCAR VARELA
Por Oscar Andrés De Masi
Coordinador de la Cátedra Libre “Adrián Beccar Varela” (USI)
Aquel 4 de febrero de 1880 habrá sido caluroso también en San Isidro, aunque la brisa que soplaba desde el río al atardecer debió subir como un bálsamo a lo largo de la calle Ituzaingó, meciendo los jóvenes árboles de la plaza matriz, que todavía no se llamaba Plaza Mitre.
Y algo de ese soplo refrescante debió colarse por la cancela de hierro y el patio con aljibe de esa casa italianizante con número 620, mientras María Varela daba a luz un varón, habido de su unión con el Dr. Cosme Beccar.
Adrián Beccar Varela en 1920
(Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal de San Isidro «Dr. Horacio Beccar Varela»)
¿Por qué allí? La circunstancia de este nacimiento suburbano se explica por la costumbre del matrimonio de pasar sus veranos lejos de la canícula del centro y cerca de las barrancas de San Isidro. Con el tiempo, esa costumbre estacional iniciada en 1867 se convirtió en arraigo al poblado y residencia permanente.
Adrián Beccar Varela venía al mundo signado, pues, con una misión que aún no conocía: hacer de San Isidro el territorio de su utopía, el escenario de su inclinación política más temprana y el reino mítico de sus afectos y sus recuerdos.
Aquel 4 de febrero, hace 142 años, nacía un vástago más de la familia Beccar-Varela, pero, a la vez, nacía hijo dilecto de San Isidro, cuyo nombre trae marcada la huella identitaria de su vocación ciudadana, de su anhelo por el bien común y de su compromiso con la construcción de la comunidad.
Por eso lo recordamos hoy desde la USI, con la memoria agradecida de esta posteridad que él no llegó a ver, pero que soñó como un mañana mejor.