La USI participó del Encuentro Anual de ACDE: Consensos imprescindibles para un desarrollo inclusivo y sustentable
Por Mariana Barreiro, Subsecretaria de Extensión de la Universidad de San Isidro
Diálogo, transparencia, bien común, confianza fueron palabras claves a lo largo del XXII Encuentro Anual de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE). El cierre estuvo a cargo del Presidente de la Nación, Mauricio Macri, quien recibió de manos del titular de ACDE, Juan Vaquer, una carpeta con las conclusiones de la jornada.
El compromiso debe ser de cada uno “para construir una Patria más próspera, más justa y más fraterna, donde todos estemos incluidos”, aseguró durante la apertura, Martín Otero Monsegur responsable del encuentro.
Bajo el lema “La Argentina posible. Consensos Imprescindibles para un Desarrollo Inclusivo y Sustentable”, más de un centenar de dirigentes congregados en el Hotel Sheraton, reflexionaron acerca de la transparencia, la confianza mutua, la humildad y el diálogo entre el sector privado y el público, como herramientas indispensables para lograr acuerdos. El consenso sólo es posible si cada uno está abierto a ceder en algo y si se escucha con la disposición necesaria para reconocer que el otro puede tener parte de razón, anteponiendo el bien común al propio.
El neurólogo Facundo Manes reflexionó acerca de una educación basada en la buena alimentación y en el desarrollo de contextos que favorezcan el aprendizaje. La malnutrición, es decir, desnutrición, anemia u obesidad; impactan en la anatomía del cerebro y en la capacidad de aprender. A lo largo de la vida, los seres humanos aprendemos “cuando algo nos motiva, cuando algo nos inspira y cuando algo nos parece un ejemplo”, aseguró el especialista. Si no tenemos educabilidad, ni el mejor sistema educativo, será suficiente.
Marita Carballo, presidente de Voices Research, acercó al auditorio la voz de jóvenes encuestados en todo el país. Ellos reconocen la importancia de los mentores y la ineludible tarea formativa que deben cumplir la secundaria y la universidad para ingresar al mundo del trabajo. Sin embargo, índices oficiales asumidos por el Ministro de Educación de la provincia de Buenos Aires, Gabriel Sánchez Zinny, muestran niveles aún altos de deserción escolar.
Empresarios de distintos sectores, coincidieron en la importancia superlativa de la adquisición de competencias, tanto técnicas como las denominadas “blandas”, para la futura inserción laboral. Habilidades socio-emocionales tales como capacidad para trabajar en equipo, para escuchar empáticamente y para emprender son algunas de las aptitudes que valoran los empleadores. “Aprender a aprender” se presenta como uno de los mayores desafíos y muchos están convencidos de que se puede lograr a través de la enseñanza de oficios digitales. “La transformación digital no es tecnológica, es cultural”, sentenció Eduardo Bruchou, co-fundador y director de Digital House. Aprender implica un esfuerzo, entonces cuando una empresa contrata a un joven, no solo busca conocimientos de programación, sino también el hábito de la perseverancia, el deseo de capacitación permanente y el compromiso.
La era de la digitalización de datos y procesos, que estamos transitando, también apareció como un faro esperanzador para lograr mayor transparencia en todos los ámbitos, incluida la Justicia. Requisito indispensable para alcanzar calidad en las decisiones y luchar contra la corrupción.
Aunque un porcentaje importante de jóvenes desea tener su propio emprendimiento, detectan dificultades por falta de capacidad personal y por no contar con el capital necesario para iniciarse. Tal vez el diagnóstico surgido durante la jornada sea el primer paso para intentar revertir esta realidad. Es necesario estar atentos al otro y trabajar de manera colaborativa para que el ecosistema emprendedor no se transforme en un “egosistema”.
Este parece ser uno de los mayores obstáculos para el desarrollo como sociedad. Un coctel con una dosis de inseguridad y otra de ambición personal, que impide que quienes ocupan roles jerárquicos compartan el poder. “A lo sumo se acepta repartir recursos, pero el poder se tiende a concentrar”, sostuvo Eduardo Sancho, presidente de la Federación Cooperativas Vitivinícolas Argentinas.
A lo largo de las 10 horas que duró el encuentro, se sucedieron relatos en primera persona del plural de empresarios, políticos, periodistas, educadores, analistas, líderes religiosos y sociales que demostraron a través de experiencias concretas que, cuando se antepone el bien común, es posible crecer como sociedad.
Así, por ejemplo, lo certificaron los referentes de la Fundación RAP (Red de Acción Política), que más allá de pertenecer a diferentes espacios partidarios, consensuaron para lograr la aprobación de la Ley de Financiamiento de los Partidos Políticos. Iniciativa que busca mayor equidad, transparencia y que también tiene como objetivo combatir la hipocresía social. Ya que no se puede ignorar que la corrupción “tiene una mano que da y otra que recibe”, señaló Alan Clutterbuck, presidente de RAP. Aspecto que horas más tarde, también fue remarcado por Hugo Alconada Mon, periodista a cargo de diversas investigaciones sobre corrupción.
Después del almuerzo, el clima se colmó de emoción. Mery Lunge, conmovió al auditorio con el relato de una historia de vida capaz de abatir al más fuerte. Sin embargo, plena de gratitud hacia Dios y hacia quienes fueron capaces de ayudarla para comenzar y recomenzar tantas veces como debió hacerlo, creó la Fundación Universitaria de Oficios (FUO) en Córdoba. Una escuela de oficios destinada a sectores vulnerables cuyo objetivo es brindar herramientas teórico-prácticas que aseguren idoneidad en la tarea, con sólido fundamento en principios éticos y valores; pero que su fundadora sintetizó de un modo más maternal: “tenemos que darles una razón para levantarse temprano”.
Y si de razones se trata, estas no le faltaron a otra de las expositoras, Silvia Alcántara, referente de la Asociación Madres del Paco. Se autodefine simplemente como una mamá, que un día emprendió una lucha incansable, primero, por la recuperación de su hijo y luego, de muchos otros hijos esclavizados por la droga. Una problemática que hoy atraviesa todos los ámbitos y niveles sociales.
Entre otros expositores que participaron del encuentro estuvieron: Gustavo Iaies, director de la Escuela de Gestión Educativa de ESADE; Enrique Cristofani, presidente del Banco Santander; Roberto Souviron, fundador de Despegar; Pablo Clusellas, Secretario Legal y Técnico de la Nación; Guillermo Lipera, socio del Bulló Abogados; Francisco Ortega, socio de Head McKinsey & Co América Latina Hispana; Delfina Irazusta, fundadora de la Red de Innovación Local (RIL); Silvia Torres Carbonell, directora del Centro de Entrepeneurship del IAE; Aníbal Carmona, presidente de Unitech y de la Cámara Argentina de Software CESSI; Sergio Kaufman, presidente de Accenture Argentina y de CIPPEC, Adrián Pérez, secretario de Asuntos Políticos e Institucionales del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda de la Nación; Alicia Ciciliani, Ministra de Producción del Gobierno de Santa Fe (Partido Socialista) y Dalmacio Mera, Senador Nacional de la Provincia de Catamarca por el Frente para la Victoria.
La propuesta del encuentro fue reflexionar sobre los consensos para un desarrollo inclusivo y sustentable. “La receta ya la conocemos”, concluyó Alconada Mon.
La gran pregunta entonces es si empresarios, profesionales, educadores, líderes religiosos, ciudadanos en general, estamos dispuestos a hacer lo que corresponde a cada uno en función del bien común.